Al fin cumplí mi fantasía sexual, tener sexo al lado de un rio

Cuando era solo una niña mi padre solía llevarme a un rio que para ese entonces quedaba cerca de nuestra casa. En esos momentos fue que sentí por primera vez el placer. Ya que aunque era solo una niña fue con una piedra en aquel rico que moví mi vagina contra una roca repetidas veces para conseguir que me produjese mi primer gemido. 

Desde ese momento los ríos para mi han sido muy sexuales y excitantes. Por lo que en la actualidad me mude a una casa que cuenta con un río a tan solo 2 horas de viaje en carro. Es en una de mis visitas que mientas me encuentro fumando me doy cuenta de que hay un hombre al otro extremo viéndome con deseo. Con la mirada de excitación e invitó y comienzo a mamarle la verga con mucho deseo. El sujeto se cansa y me coloca sobre la roca para penetrarme de forma profunda y fuerte.

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