Esta bella mujer costeña se entraba en una de las tantas bellas playas cuando de pronto dos hombres se acercaron a ella para pedirle un favor. Al principio la perrita pensaba que solo iban a preguntarle direcciones de la ciudad porque era evidente que eran turistas pero el sujeto responsable convenció de aceptar dinero a cambio de aparecer en su filme disfrazado como un documental profesional.
Cuando estaban en la casa de la chica comenzaron hablar y cuando platicaban del porno descubrieron que la perra está dispuesta a tener sexo frente a al cámara. Luego de negociación la perra se colocó sobre un cojín en cuatro y uno de los sujetos comenzó a penetrarla sin mediar palabras. Ya que el deseo era muy grande y tan solo comenzar la perra barranquillera comenzó a gritar de placer con mucha fuerza. Es muy excitante ver sus ricas nalgas grandes ser golpeadas por el pene del hombre que no para de coger.