Doctora con ganas de controlar a un paciente sumiso encuentra a un hombre casado dispuesto a satisfacerla

Esta bella doctora se encuentra en un consultorio viendo muchas vergas al día y en su vida real no logra conseguir que un hombre la penetre. Puede sonar como algo chistoso pero la verdad es que ella no sabe muy bien cómo dialogar con los hombres y por lo general los hombres tienden a huir de ella al saber que es una médica profesional. Al parecer en su pueblo los hombres odian a los médicos porque traen desgracias a las casas.

Esta perra solo puede encontrar verga el su trabajo y lo hace con un cliente que es muy sumiso porque en su casa no le dan placer. La perra se coloca sobre la cara del sujeto con su húmedo y limpio panochon mientras que con sus dedos de los pies estimula las bolas del pene del sujeto. Cuando ya no puede más se coloca arriba de la verga y ser penetrada durante un largo tiempo.

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