Mi hermanastra es una chica sumamente hermosa y no tiene ningún problema en demostrar lo guarra que es. Durante un tiempo tuve la necesidad de follarla. Incluso fue un pensamiento recurrente a la hora de masturbarme en la tranquilidad de mi cuarto. Vamos, estar junto a una belleza como ella a solo una habitación de distancia es sin dudas una tentación que pocos podemos soportar. Yo me mantuve fuerte hasta que en una oportunidad nos encontrábamos por primera vez a solas en la misma casa y la zorra demostró que deseaba lo mismo que yo. Intente detenerla pero fue imposible.
Ella misma me tomo del pene y bajo mi pantalón para comenzar a tocarme y masturbarme con su mano derecha con mucha experiencia. Después de eso no hubo manera de parar por lo que tome sus grandes teta y coloque mi pene entre ellas para hacerme una rusa deliciosa. La puse en cuatro y luego sobre el mesón de la cocina para penetrarla con tanta fuerza que de estar acompañados en casa todos hubiesen escuchado sus gritos de placer. Están excitante ver su delicado rostro angelical de esta manera tan pervertida que cuando no puedo mas decido escupir toda mi leche en su pecho para poder verla como una zorra.
