Esta joven venezolana suele ser seducida por muchos hombres todos los días durante su trabajo. Ya que trabaja en un bar ofreciendo bebidas alcohólicas y eso la coloca en una posición algo vulnerable a las opiniones de los hombres ebrios y desesperados por conseguir una verga. El problema para ella es que uno de sus clientes más frecuentes es muy respetuoso con ella y además es mexicano como le gustan a la venezolana.
La perra se entera de que está por mudarse muy lejos y que nunca mas volverá al bar y para agradecerle por todos lo buenos momentos y conversaciones interesantes le pide que se quede en el bar hasta que todos se vayan. Cuando están a solas la perra se coloca de rodillas y le de una buena mamada. Luego se coloca en cuatro y comienza a sentir como el pene del mexicano entra en su vagina repetidas veces, la perra de para de gritar de placer.
