Mi vecina e una mujer muy guapa que desde hace ya unos meses me ha demostrado que necesita polla. Ella suele verse mucho cuando nos encontramos por casualidad en los elevadores y en estos momentos esporádicos fue que establecimos un tipo de amistad muy leve. Para mi sorpresa un día toco a mi puerta para pedirme que la ayudara a pintar las uñas de sus pies y tome la oportunidad sin pensarlo para poder estar a solas con ella. Comienzo a pintar las uñas de sus pies cuando aprovecho para tocar sus piernas de manera erótica y provocativa.
Ella entiende el mensaje y retira su pantalón para mostrar sus hermosas y grandes nalgas grandes. Yo sin pensarlo comienza a masturbarme mientras ella abre mucho su panocha y gira para mostrar su bello cuerpo. Me da una mamada se coloca sobre mi y luego se coloca de espalda a mi. Yo me encuentro sentado en la silla y no paro de sentir su mojada vagina devorando mi verga. Se mueve de manera muy excitante sin parar, la coloca en cuatro sobre la mesa que tenemos enfrente y continua follándola con fuerza para escuchar más fuertes sus gemidos. Cuando ya no puedo mas acabo encima de su espalda.
