La madre de mi amigo siempre ha lucido muy joven a pesar de su edad. Además la señora siempre ha sido muy buena amiga y confidente. Por lo que he contado con ella incluso cuando mi última relación amorosa terminó de forma irremediable. Por ese motivo no me sorprendió cuando me invitó a su casa cuando estaba a solas para divertirnos un poco. Por mensajes pensé que era para divertirnos de una forma sana pero cuando llegó la perra apesta a marihuana y no tardó en retirar su pantys.
Con las piernas abiertas sobre uno de los muebles de su casa comenzó a masturbar su vagina y mi pene se despertó de inmediato. Ella solo deseaba que la viera fijamente mientras utilizaba su nuevo juguete sexual. Un largo y duro dildo color naranja que retiró de su empaque para colocarlo inmediatamente dentro de su rica panocha mojada. Al final no pude resistirlo y sin importar mi amigo penetra a la madura hasta acabar en su espalda.
