El sexo entre madre e hijo es algo complicado y raro de ver. Por obvias razones esta madre nunca se imaginaba la posibilidad de follar con su hijo pero un día como cualquier otro en los que ahoga sus penas con ayuda del licor, recuerda lo excitante que era ser follada por una polla. Ya que desde que el padre del chico los abandonó hace más de 3 años ella no ha vuelto a follar con otro hombre. En medio del deseo y la desesperación comienza a tocar la polla de su hijo y decide arrepentirse pero luego de disfrutar del momento. Le muestra su hermoso cuerpo desnudo y continua provocando con las palabras y sus manos sobre su dura polla.
La madre no desea obligarlo a follar y por eso para de provocarlo pero el chico en este punto tiene la polla muy dura y le es imposible parar. Comienza a masturbarse y coloca a su madre sobre la mesa en cuatro para penetrarla bien fuerte mientras la perra grita bien fuerte. Esa misma noche cuando se encuentran durmiendo el pervertido muchacho aprovecha que esta dormida para volver a follarla igual de fuerte que antes. Ya está madre y su hijo tienen una relación sexual frecuente y nunca van a parar de follar.
