Esta señora se divorció hace poco y está pasando por apuros económicos. Su casero ya le ha perdonado dos meses de renta, pero no pueden seguir en esta situación. Ella le pide más tiempo para pagar, pero este joven casero tiene otra idea en mente. Esta deseoso de follarse a esta madura porque sus dos grandes tetas le vuelven loco y sabe que las divorciadas follan como putas. Así que se saca la polla y se sienta en el sillón. No hay nada más que decir, la mujer entiende perfectamente el mensaje y rápidamente se tira a chuparle la verga. No puede creer la suerte que ha tenido, el alquiler le saldrá gratis y encima se la folla un jovencito.
