Mi jefa es una mujer muy estricta con las reglas a nivel laboral. Ya que tiene mucha experiencia en el mundo de su negocio y necesita que el comportamiento sea recto y capacitado en todos sus empleados. Pero luego de llegar a trabajar sentí muchas ganas de tocarme la vagina y no me pude controlar. Por ese motivo entre al baño y comencé a masturbarme con mis dedos.
Mi jefa en ese momento entró en la habitación pero la verdad es que yo no me imaginaba que era ella. Por lo que continúa masturbando mientras intentaba aguantar mis ganas de gemir. Ella me miraba de forma disimulada y cuando abrí la puerta me estaba esperando con un cinturón y un dildo bien grande. Molesta me coloco sobre el suelo y me obligó a tragar su verga falsa. Lo mejor es cuando me coloco en cuatro y con mucho deseo me volví su perra.
