Llevo más de 5 años en mi trabajo actual y soy lo que se podría denominar como adicto a trabajar. Esta adicción particular me lleva a trabajar más horas de las recomendadas y al mismo tiempo eleva la posibilidad de insultar a quien no dedica la misma cantidad de esfuerzo que yo. Mi jefe se preocupa mucho por mi bienestar mental y para conseguir relajarme me recomendó a su masajista profesional favorita. La chica es una hermosa morena que tan solo llegar al lugar me dio un trato más que agradable. Me coloque sobre su camilla de masaje desnudo y ella se desnudo para acompañarme en el momento.
Sinceramente no sabía qué esperar pero cuando comenzó a masturbarme mientras me tocaba los cojones como nunca antes alguien lo había hecho, sentí que estaba en el lugar correcto. Con mucha suavidad devoro mi pene y nunca paro provocar en mi excitación a niveles nunca antes experimentados por mi. Se colocó sobre mí estando en aquella camilla y por si sola comenzó a penetrar su coño con ayuda de mi verga parada que se encontraba sumamente mojada con aceite de masaje. Su coño caliente y mojado devorando mi polla fue la mejor experiencia de mi vida hasta ahora.
