Mi novia es una chica muy caliente que no suele esperar para comenzar con sus perversiones. Por lo que usualmente me demuestra lo perra que es cuando en la calle me toca el pene o coloca mi mano sobre sus pezones. La perra en esta ocasión nos encontramos viajando en Uber cuando comienza a tocar su panocha con sus manos.
Es muy excitante pensar que pueden estar viéndonos pero ella disfruta mucho cuando con la ayuda de un dildo color negro se entra a ella misma en el asiento donde muchas personas viajan al día.
Es una perra y sabe que me calienta mucho verla de esta manera tan diferente. Ella me mira fijamente y no puedo dejar de filmar con mi celular como el dildo se pierde entre sus piernas hasta entrar casi por completo en su agujero vaginal. Espero llegar a casa para romperle su vagina dulce y mojada.
