Mi amiga es una chica que se considera bisexual. Ya que ha mantenido relaciones sexuales tanto con mujeres como con hombres y en todos los casos ha disfrutado de las experiencias. Ella me ha dado muchos consejos acerca de cómo estimularme a mi misma. Por lo que no me pareció descabellado aprovechar una de nuestras pijamadas para experimentar con nuestro cuerpo.
En esos momentos eróticos y temerosos entre amigas le pedí que me permitiera probar su vagina. Ya que nunca había dado una mamada de panocha y me hacía mucha ilusión dar una. Por ese motivo se coloco de pie mientras yo estaba de rodillas se acerco hasta mi cara y pude lamer su vagina muchas veces. En esos momentos recuerdo pensar que era muy pervertido escuchar los gemidos de mi amiga mientras mi lengua tocaba sus labios vaginales. Cuando mi mengua tocó su vagina pude sentir como se mojaba más y más.
