En Colombia aún existen esos buses antiguos que suelen tener muchos ruidos raros. Durante toda mi vida he realizado largos recorridos en esta clase de autobuses y nunca pensé que me vería en una escena sexual derribada de un autobús público en movimiento. Mi primo en ese momento estaba comenzando una productora de porno latino y yo no sabía nada de cámaras. Por ese motivo mi primo consigue seducir y convencer a una chica para grabar en ese mismo autobús. Le pago a la chica, le pago al conductor del bus y me pago a mi.
Con todos contentos con el dinero comenzamos la experiencia. La perra comenzó tragando mi pene como toda una profesional. Casi me hace pensar que estaba todo cuadrado sin yo saberlo. Pero luego la coloque en cuatro y con mucha fuerza penetre su agujero vaginal. Ella no paraba de gemir pero tampoco paraba de mirarme fijamente a los ojos diciéndome con su mirada que lo estaba disfrutando mucho.
