Esta chica es una mexicana muy sucia y pervertida. Su padre la cuida muchísimo porque desde hace el comienzo de la vida de su hija pequeña ha tenido que cuidarla por si solo. Ya que su madre era una prostituta que no deseaba tener hijas y mucho menos un esposo, por esa razón los abandonó a ambos sin pensarlo ni un momento. Cuando su padre se va de casa por unos días debido a labores del trabajo la perrita aprovecha para estar de putas con dos supuestos amigos pervertidos que solo desean follarla. El padre se molesta y la chica comienza a tocar su polla porque desea resolver su enojo.
Él se encuentra sorprendido al ver que su pequeña hija intenta convencerlo con sexo pero tiene tanto tiempo sin follar que le es imposible negarse. La coloca de pie le da nalgadas a modo de castigo y le chupa las tetas. La perrita se coloca de rodillas y devora la polla de su padre como toda una profesional. Estando sobre el mueble con las piernas bien abiertas el padre penetra a su muchacha con mucha suavidad al comienzo pero elevando la velocidad cada vez más. La chica siente como su padre la penetra y disfruta tanto que comienza a gemir como toda una perra desesperada.
