El padre y el hijo se encuentran en un restaurante luego de haber jugado un partido de fútbol cuando en medio de una conversación típica entre padre e hijo ven que llega a su mesa una húngara muy hermosa. Ambos se entienden perfectamente y comienzan a convencer a la chica inocente de darles masajes y diferentes tratos preferenciales que le ayuden a entrar en confianza.
La chica cae y cuando el padre le da un masaje de pies la perra se calienta mucho. Luego los dos hombres comienzan a tocar todo su cuerpo hasta poder ver su vagina perfecta y rosada. Para comenzar el padre se saca la verga y la coloca enfrente la boca de la bella húngara. La perra primero lo duda pero luego no puede resistirse y comienza a ser penetrada por la boca y por la vagina por el padre y el hijo. Luego entra otro hombre en la escena y la perra simplemente no puede creer que tenga tres penes solo para ella.
