Por fin logre follar a la zorra masajista que suele causar erecciones en mi

Esta rubia es mi masajista de confianza. A diferencia de lo que yo mismo pensaba en un principio. Las masajistas disfrutan sin tener sexo, con tan solo tocar nuestros cuerpos ya tienen. Esto me llevó a imaginar continuamente cómo sería penetrar su coño sobre la mesa de masajes donde suelo estar acostado. Para poder lograrlo logre conseguir que la perra me revelara que si necesita polla y todo gracias a mil dólares en efectivo. La coloca sobre la mesa y comienzo a lamer su coño con tanta pasión que la zorra le es imposible no gemir. Ya que mi lengua no para de tocar su clítoris y cuando lo hace es para lavar toda su pierna y desvestirme en el proceso. 

 

Coloco mi gran polla en su coño y la perra no para de gemir como zorra. Aprovecho la posición en la que se encuentra para lavar su culo con la misma pasión que lamí su vagina hace un rato. Coloque mi verga dura y gruesa en su agujero anal y desde allí comencé a penetrarlo con mucha fuerza y profundidad. Luego me da una mamada profesional y en diferentes posiciones sexuales esta hermosa mujer me hace saber que disfruta cada segundo con su mirada excitante y provocativa.

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