Durante la infancia de Taylor Sands era frecuente jugar a escondidas con su primo. Por lo que también era frecuente los momentos privados entre ambos y en esos momentos se generaron momentos eróticos que para sus pequeñas mentes infantiles no era nada. El problema es que esa chica creció con ese gran deseo hacía su primo y en la actualidad vive presa de su deseo carnal.
En este vídeo podemos ver gráficamente cómo es que la chica tuvo un delicioso sueño erótico con su primo. Ella sobre su cama totalmente vestida de blanco ve llegar a su primo que le da un pequeño obsequio. Ese regalo resulta ser un vibrador y sin dudarlo la perrita lo utiliza para estimularse. Bajo la mirada pervertida de su primo la chica se estuiimla hata que el chico no puede más y se acerca a ella para adrle mucho palcer con su verga dura y larga.
